Creo que el tema que han sufrido todos aquellos que han
tenido que ver con la industria de las licencias en México es el de los
disfraces. Y es que salvo Ruz que ha hecho algunos muy comerciales esfuerzos
por tener algo oficial en el mercado (podría ser oficial, más eso no implica
que sea decente) no hay nadie que tenga esta categoría cubierta en el mercado
de la actualidad.
¿Qué es lo que pasa? ¿Resulta que el producto no es
interesante? A mí me parece que todo lo contrario. No hay niño en México que
cuando haga una fiesta, quiera hacerla temática y pode ende, quiera ir
disfrazado de su personaje de moda favorito. ¿Entonces? El tema es que sin
contar a las tiendas de autoservicios o las tiendas departamentales, no existe
una empresa o cadena que se dedique a la comercialización de estos artículos, que
sea lo suficientemente fuerte (como canal desarrollado) que resulte interesante
para que un tercero, le fabrique disfraces con las propiedades que están de
moda.
Todas las tiendas de disfraces a las que la gente acude
cuando hay que vestirse de algo en Halloween o en un festival de la escuela,
son pequeñas tiendas cuyos dueños a lo sumo son dueños de un par de ellas y en
el grueso de los casos, son ellos mismos los que fabrican sus disfraces para
cualquier ocasión. De este modo, ellos y sus creativos de la costura se tienen
que poner a hacer disfraces de Flor, de león, de hada, de egipcio, de vaquero,
de romano, de charro, de abeja, de conejo y una muy larga lista de etcéteras
que tienen que cubrir para poder atender a su mercado, que existe y que está
demandando estos disfraces genéricos y… También los disfraces de superhéroes y
personajes de cualquier otra propiedad intelectual que esté de moda.
A este punto, es importante mencionar que dadas las características
de estos lugares que hemos referido con anterioridad, el que ellos mismos (el
contacto con el usuario final) fabriquen disfraces OFICIALES de estos
personajes, es prácticamente imposible. Factores como la cantidad de licencias
que necesitarían, su tamaño, área geográfica y el volumen de sus ventas no son
interesantes para un estudio propietario de las licencias; eso sin contar que esta
clase de empresas no siempre vende sus productos, si no que los renta, lo que
significa que un periodo de tiempo después de “prestar” el disfraz, el mismo
regresará a su almacén para seguir siendo rentado a otras personas. ¡Realmente
los actores de la industria del licensing no están preparados para esto! Les es
muy difícil entender el modelo de negocio de estas pequeñas empresas que son
tan exitosas dentro de sus zonas de influencia que prefieren ignorarlas.
¿Qué haría yo? A través de un Fee muy accesible, les
permitiría tener cierta “oficialidad” de mover productos con mis propiedades,
tomando en cuenta que el demerito de la imagen de los mismos es un factor que
poco se podría controlar al ser de fabricación artesanal y que sus operaciones
tampoco serían realmente auditables en los términos en los que un mismo disfraz
podría estar saliendo y entrando al almacén en distintas ocasiones al mes.
¿Qué hacen ellos? Según información que me ha llegado a
través del correo electrónico, de parte de un propietario de dos tiendas de
disfraces en México, representantes de las grandes propiedades para niños (específicamente
de superhéroes) van caminando por la ciudad acompañados de la PGR y están llegando
a las tiendas con este giro, se están llevando detenidas a las personas (ya
sean dueños o encargados) y les están cobrando entre 200,000 y 700,000 pesos
para liberarlos por vender disfraces de sus personajes.
En el supuesto del correo, los dueños de esta clase de
tiendas, que además han buscado desde hace mucho tiempo la forma de venderlos
de manera legal sin obtener respuesta de los licenciantes, ya no quieren saber
nada de los disfraces de personajes de estas propiedades y se frustran al
encontrar que en otras áreas del país y en otros países, existan cientos de
tiendas que hacen lo mismo sin que el licenciante los haya “atacado” de la forma
en la que lo han hecho en una zona específica del país.
Como lo mencioné al inicio del post, se trata de un problema
particular de México, ya buscando en internet, es muy fácil encontrar grandes
productores de disfraces en países desarrollados de las propiedades más
actuales de los grandes estudios.
En resumen ¿Se puede? ¿No se puede? ¿Se trata de estrategia
o de falta de visión y voluntad de los representantes de las propiedades internacionales
en nuestro país?
Nos leemos en la siguiente ocasión.
Antonio Mendoza
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