Ayer leí en Twitter a una persona extrañarse de que
recientemente haya habido un operativo en la colonia Portales de la CDMX para
decomisar piñatas con “derechos de autor” y no pude más que revivir en mi
cabeza la experiencia que me ha tocado vivir de cerca respecto a este tema y
esto es que la piratería en México puede haber muchas posturas, huecos en la
ley y diferentes niveles de tolerancia, dependiendo en qué lado te encuentres,
para qué empresa trabajes y que tan cínico seas. Enumero sólo 3 para entrar en
materia…
1.-Una persona que trabajó en una oficina del licenciante más
importante de México y del mundo, me dijo que tienen un “BUZÓN DE QUEJAS” para recibir
casos de piratería, mismo que podría llamarse “CESTO DE BASURA” “CAJA CON
PAPELES PARA TRITURAR” o “ARCHIVO MUERTO”, porque ese era el nivel de
importancia que tenía dentro de las actividades de la organización.
2.-En una llamada telefónica una persona de la industria del
Licensing en España (Una Agencia grande, importante, de personajes, de muchas
décadas) me dijo “¿Me preguntas qué se puede hacer con la piratería? Nada,
saberte exitoso, si tienes piratería significa que eres importante… y atacarla
no es opción. Hay mafias detrás de eso, si te metes con ellos puede ser muy peligroso”.
3.-Una vez conocí circunstancialmente a una persona que
hacia piratería barata de Distroller, le pregunté que si no le daba miedo hacer
esos productos y que lo cacharan y me dijo “No, no me da miedo…además si no lo
hago yo, lo va a hacer alguien más”.
Dicho todo lo anterior, de parte de los diferentes actores
involucrados… ¿Cómo es que estos operativos ocurren? ¿Quién está detrás de ellos?
¿Por qué se originan? ¿Cuál es el resultado?
Por principio de cuentas tenemos que recordar que de parte
del gobierno de México existen diferentes organizaciones que tiene la obligación
de perseguir a los infractores en el tema, por parte de las marcas y derechos
de autor, se encuentra el IMPI y el INDAUTOR, por parte de la informalidad y
los impuestos podría estar involucrado el SAT y en el delito de comercialización
de piratería, podrían actuar los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal o
federal), aunque como todos sabemos, ahora y siempre es muy poco probable que
estos actúen por cuenta propia, sin que exista presión por parte del
empresariado de ciertas industrias muy particulares, que son la parte más afectada,
siendo el Licensing una de ellas.
Después tenemos a los afectados directos, que tienen varias
formas de percibir el hecho…
Algunos hablan del “efecto piñata” que dice que, si tu marca
o propiedad se ha convertido en piñata, ese es el termómetro perfecto para
saber que la gente te está aceptando… y es que ¿Qué niño pediría una piñata de
algo que no fuera famoso, importante o relevante para estar colgado en el
centro de su fiesta? (Niños que pidieron una fiesta del Dr. Simi o de Mamá
Lucha favor de abstenerse). ¿Entonces es un buen termómetro, pero hay que mandarles
operativos? En fin, la hipocresía.
Otros, como ya se ha mencionado, prefieren hacerse de la
vista gorda, porque en décadas pasadas, cuando atacaron frontalmente se
percataron de primera mano, que los infractores estaban dispuestos a matarles a
los abogados, a las autoridades y/o a cualquier otro involucrado en afectarles
el “negocito”.
Algunos más, en muy raros eventos, recibieron la llamada de
una aduana y les dijeron “Señor Fulano, le hablo de la aduana del puerto de
Veracruz para informarle que tenemos un contenedor lleno de calcetines de la
marca PAQUITA-CABEZA que tenemos el registro que es de su propiedad. ¿Podría
decirnos si se trata de productos autorizados” A lo que Fulano respondió “¡No
señor! ¡No son nuestros! ¡Son piratas! por favor deténgalos” a lo que el
personal de Aduanas le dijo “Con gusto caballero, le informo que a partir de
que usted nos solicite detener el contenedor, los tramites de importación, el
costo del traslado, almacenaje y manejo de la mercancía será por su cuenta” Lo
que en ese momento significaba tener que pagar de 200 a 500 mil pesos para
detener un contenedor lleno de producto apócrifo, que seguramente tenía muy
mala calidad, que no cumplía con los estándares de imagen, del cual no había
forma de colocar en el mercado (una empresa de licencias pocas veces tiene un área
de comercialización fortalecida) en suma, detener el contendor era un problema
mucho mayor que dejarlo pasar libremente. ¿Quién en sus cabales destinaría “dinero
bueno” para apaciguar un problema que no tiene fin, fondo, lucha o por lo menos
acompañamiento de parte de las autoridades? Al final de la llamada, la
indicación fue… “Actúen como tengan que hacerlo, pero aquí no queremos tener
nada que ver con ese contenedor. ¡Muchas gracias!”
Finalmente, la licencia mexicana más HOT de México desde
hace más de una década, intentó (porque da mucho coraje) atacar a todos los que
fabricaban piratería de sus propiedades, pero muy rápido se dio cuenta de que
era invertir muchísimo del dinero que había ganado legalmente y que el
resultado era menos que aventar un gotero de agua a un edificio en llamas…
¡Misión imposible! Por lo que abortó la misión y ahora con la tripa revuelta
tiene que ver, como el mercado está igual de inundado en lo autorizado que en
lo no autorizado con productos de sus propiedades.
Pero… ¿Qué pasa cuando alguien más (aparte de los
licenciantes) se ve afectado?
En este ejemplo, digamos que Piñatas Gabriel, es una joven
empresa de un mexicano que, a través de su interés en el desarrollo de piñatas
en serie, creó unos moldes con los que puede producir cientos de piñatas por
día y venderlas en Walmart. Gabriel se acercó con Disney y le dijo su plan,
Disney se mostró interesado y le “rentó” 5 diferentes licencias por las que le pidió
a Gabriel $100,000 USD por año. Gabriel se puso las pilas, generó un montón de
piñatas las vendió a Wal-Mart, pero se dio cuenta que su problema más grande es
que la misma piñata de cenicienta que el vendía dentro de Wal-Mart y que terminaba
costando $600 después de pagar a toda la cadena productiva su respectivo fee (regalías,
distribución, ganancia del canal, aperturas, descuentos, fill rates, impuestos,
etc.) afuera costaba $150 en las dulcerías de mayoreo. Entonces muy
tranquilamente se acercó a Disney y les dijo “¡No me chinguen cabrones! Les
estoy pagando $100,000 pinches dólares al año por pinches 5 propiedades ¿y
ustedes no pueden ayudarme a acabar con esos weyes?” ßCon palabras más bonitas. Por
lo que Disney AHORA SI, tiene la obligación de mover sus patitas y coordinar
con las autoridades un operativo “Espanta Mensos” o un operativo “Te lo digo
Juan, para que lo entiendas Pedro”.
Este operativo consiste en invertir algo de dinero en reunir
a sus abogados, a las autoridades, a los medios de comunicación y llegar a un
lugar emblemático, de alguna ciudad importante de México, atacando a un pirata
medianamente importante, para “mandar un mensaje a todos los demás”… “¿Supiste
que agarraron a Pepe Ibarra, le quitaron todas sus piñatas y lo mandaron al
bote?” “¡Si, no manches! ¡Hasta salió en las noticias! Le van a cobrar una
multa de $750 mil pesos para que pueda salir”. De este modo sucede algo “benéfico”
para todos…Las autoridades quedan “bien paradas” por estar haciendo lo que se
supone que deben de hacer, el licenciante queda bien con sus licenciatarios
porque les puede demostrar que si están trabajando en ello, y finalmente es
probable que algún pequeño pirata se espante por un tiempo y sea disuadido de
seguir realizando piratería de esa marca en particular.
Dicho todo lo anterior, agarrar a un Piñatero, es una
estrategia conocida, que sucede de cuando en cuando, más que nada con propósitos
de propaganda para los involucrados, porque está clarísimo que el problema de
piratería en el mundo, no podrá detenerse ni hoy, ni en la siguiente década, ni
en los próximos 100 años.
Casi para terminar… Las piñatas, normalmente son elaboradas
por empresas familiares (aisladas unas de otras), que tienen poca educación o
conocimiento de derechos de autor o leyes. Al ser de producción artesanal, ni
siquiera es un producto que se puede fabricar en serie, en gran volumen y que
represente la más grande afectación a los dueños de las propiedades, hay muchos
otros productos que se fabrican con máquinas, que pueden producir miles al día,
que tienen canales informales bien desarrollados y que pueden significar
grandes pérdidas a las propiedades, pero al estar más organizados que los
piñateros, no es tan fácil dar con ellos y en el caso de hacerlo, son mucho más
peligrosos, por eso de esos se sabe poco o nada en las noticias.
Por último, este sitio está y estará siempre en contra de la
producción de productos apócrifos o piratería, simplemente expresa un punto de
vista de acuerdo con su experiencia en el tema. Mencionar a determinada marca,
propiedad, licenciante o situación en la narrativa de los casos, se hace únicamente
con el propósito de ejemplificar de manera clara a las personas que leen esta
entrada, sin que esto signifique que dichas empresas hayan realizado
necesariamente dichas acciones.
Muchas gracias por leer nuevamente LicensingMX, el único
sitio de las licencias en México.
Hasta la próxima en la que tengamos oportunidad de
encontrarnos.
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