Hace algunos años escribí un posteo que se llama “¿Quién
quiere enseñarle a sacar un M.G. al señor Fasja?” En dicho post reconozco su
trayectoria, su carrera y me congratulo de su éxito, mismo que asumo que ha
sido la suma de esfuerzos por muchos años. La pregunta a la que se refiere el
post, es en función de ¿A quién quieres venir a enseñarle? ¿Cómo te metes con
Sansón a las patadas? ¿Quién quiere enseñarle a hacer cátsup a Clemente Jacques?
Y es que un imperio no se forma de la noche a la mañana…
Sin embargo, siempre hay alguien que quiere comerse el mundo
a puños, que se le hace fácil cualquier cosa y la pregunta obligada es ¿Qué
tamaños se necesitan para llegar a una industria y querer hacer en un par de
años, lo que otros lograron en 2 o 3 décadas? Reformulo la última pregunta…
¿Qué nivel de ignorancia se necesita para venir a querer ser un jugador de
grandes ligas en la industria del Licensing y creer que va a ser sencillo? No
se trata de sufrir, no se trata de “pagar plaza”, pero se trata de saber, se trata de entender…Ciertamente de transpirar, pero con un propósito y con un
objetivo y no dando escopetazos al aire.
Licenciantes y agencias van, licenciantes y agencias vienen,
aparecen, desaparecen o se transforman. Los entendidos, sacan gran partido de
estas transformaciones y se ven beneficiados de ellas, otros siguen ahí entre
las penumbras, operando sin pena ni gloria, pero en activo; y finalmente los
hay también que, sabiendo el ABC de la industria, hacen el intento de
comercializar un producto que no saben con qué se come, que no terminan de
entender y que simplemente quieren vender como si se tratara de una paleta de
vainilla.
Sépanse, que la industria del Licensing tiene reglas (no
escritas) y que para poder ser transgresores, disruptivos, innovadores o por lo
menos actores, lo principal es conocerlas, dominarlas, vivirlas y por supuesto,
padecerlas. Aplaudo los intentos que más por ignorancia que por conocimiento
tratan de hacer algo, pero atreverse no siempre será suficiente. El ecosistema del
Licensing en México es pequeño, es hasta cierto punto predecible, es un
estanque con pocos peces grandes, algunos medianos y cientos de pequeños, todos
conocidos, con nombres y apellidos, incómodos o complacientes, amables o muy
cerrados, pero sobre todo y sin importar el tamaño, dispuestos a convertirse en
el más despiadado depredador si la circunstancia lo amerita. ¿Quieres entrarle?
Trae tu arpón, tu carnada, tu bloqueador y unos calzones extras porque uno
nunca sabe lo que va a pasar dentro del estanque… ¿Y los que ya le entraron y
no tuvieron resultados? ¡A pegarle! ¡A analizarle! ¡Arrastrar el lápiz! Y si no
quedaron frustrados… volver a intentarle.
Los saludo con el gusto de siempre, deseando que algún día
(si es lo que desean) se conviertan en un actor de la industria del Licensing y
disfruten de las bondades que esta industria tiene para todos aquellos que
lograron adaptarse al PH y a las corrientes del estanque.
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